miércoles, 27 de febrero de 2008

El hombre es, sin duda, un ser vivo

Intentaremos, durante todo el cuatrimestre, hacerno cargo, un poco mejor, de "la pregunta de las preguntas": ¿Qué es el hombre?

Pues bien, es interesante iniciar una investigación partiendo de lo más simple, lo más inmediato, lo más evidente (no son sinónimos estos términos, pero se trata sólo de un modo intuitivo de expresar la situación). A partir de ahí, seguiremos haciendo preguntas y buscando respuestas.

En tal caso, a la pregunta ¿qué es el hombre?, la respuesta "UN DETERMINADO TIPO DE SER VIVO" parece que es la más próxima. Podríamos desglosar esta afirmación en los dos elementos que la componen:

Este es vuestro turno.

11 comentarios:

Jaime Herrera dijo...

Quería hablar sobre una cuestión a la que dio bastante importancia Consuelo en la clase del día 26 de febrero: la inmanencia.
No sé si se habrá seguido hablando de esto en la clase del día 27 ya que me quedé a diez minutos de la misma.
Puede que patine en lo que voy a decir dados mis limitados conocimientos sobre el tema, ya me corregirá.

Inmanencia: “todo lo que el hombre hace le queda dentro”.
El hombre (cuando digo hombre digo también mujer) vive cada día sin pensar la importancia que tiene para él cada cosa que hace, nada da igual, cada momento es irrecuperable y es cada uno de esos momentos lo que hacemos, decimos, pensamos…cada palabra, el hecho de levantarnos por la mañana, en definitiva, todo, o nos construye o nos destruye, nada es indiferente. Todos los actos que realizamos a lo largo de nuestra vida son lo que realmente somos.
Para tratar de hacerme entender mejor haré una comparación: somos como un saco, cada acto que realizamos lo metemos en el saco y finalmente vemos que todo lo que hemos metido en el saco es lo que realmente somos, con lo malo y lo bueno.

Como concusión decir que hemos de ser conscientes de que TODO lo que hacemos nos construye(o destruye) y por tanto es importante.

Jaime

unatiamagiquisima dijo...

hola soy Fátima Miranda de educación infantil.Si quiere que le sea sincera creí que esta asignatura no me iba a interesar mucho y me iba aburrir,pero este tema que estamos dando sobre el hombre hace que me llame más la atencion la asignatura y parece que me empieza a gustar.
Me ha gustado mucho el comentario de jaime sobre que somos lo que hacemos; hoy en día la gente no se para a pensar sobre como actuar,simplemente actuan de una forma u otra según les apetezca y sin pararse a pensar que es lo mejor o lo peor,entonces ¿que nos diferencia de los animales?por eso me gusta este tema porque creo que hay mucho que debatir y tengo mucho que aportar,es evidente que tenemos que pensar,razonar y no dejarnos guiar por nuestros instintos y apetencias pues somos seres vivos,pero ante todo somos personas,no animales.

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo también con Jaime y la intervención de Fátima me parece interesante. Sin embargo, al diferenciar entre hombre y animal, parece hacer alusión a los instintos. Se entiende que los animales se mueven por instinto y que los hombres no. Pero luego dice que actuamos como nos apetece y parece haber una incongruencia. Yo opino que el hombre se mueve según sus principios, pero quizás me esté tirando de la moto; ya que el hombre parece moverse más por sus creencias o por lo que quiere creer que cree, engañándose así mismo (o no). Al no poseer la verdad absoluta (palabra muy fuerte), no se sabe en realidad si lo que le hace al hombre actuar es, siendo lo que sea, correcto o no.

Consuelo Martínez Priego dijo...

Tanto la apreciación de Jaime como la de Fátima, discurren por caminos próximos, por decirlo de algún modo, a la ética.
Tal vez alguno piense que la antropología es ética: pues no, son ciencias diversas. Sin embargo, es obvio que la consideración del hombre como ser vivo y, por tanto, como ser que crece, obliga a pensar en lo mejor-peor; en lo bueno-malo. Especialmente si tenemos en cuenta que NO TENEMOS INSTINTOS, y por tanto no tenemos el acierto asegurado.
Caer en la cuenta de la incertidumbre sobre el futuro, la aventura que implica escribir la propia biografía, la relevancia de la libertad en la propia vida, etc. etc., supone en paso de gigante en la propia madurez personal. La consideración del tiempo personal se hace más real, se "alarga". La vida no es sólo el hoy. Hoy hacemos el mañana, y el yo mismo.

Maria Rosa Gomez dijo...

Hola soy Maria Rosa Gómez de 1º de Educacion Infantil.La verdad que esta asignatura cada día me sorprende más pues creía que íba a ser de otra manera totalmente distinta; le hace a uno mismo reflexionar sobre cada uno de los temas que vamos tratando. Tanto es asi,que no sabía porqué texto decidirme.El hecho de que me haya decidido sobre este texto y no sobre otros es que "El Hombre es, sin duda, un ser vivo" es una frase tan oída pero a la vez tan compleja que me supone muchas reflexiones. Lo primero que nos planteamos antes de abordar la frase es : ¿Qué es el hombre?
He encontrado diversas definiciones como: El hombre es, en una única unidad, alma, carne, espíritu, y cuerpo; es decir, ser vivo caduco y mortal.Un ser bio-psico-social llamado a la trascendencia.Por lo tanto, se puede decir que el hombre es un ser que busca la perfección y esa perfección viene dada a cabo por su implicación y relación con la sociedad, con la cual crea su propia esencia.También podemos decir que el hombre es un ser instintivo pero que gracias a los conocimientos que ha ido adquiriendo,a la cultura,etc ha dejado de serlo.Estos conocimientos hacen que el hombre sea el soporte de la educación.La educación es un ser del ser del hombre.El hombre se conoce a sí mismo como ser y a la vez transmite esos conocimientos a la sociedad.
Tras esta reflexión me puedo plantear la pregunta de si el hombre se puede separar del término educación o si simplemente deben permanecer,o hay una relación entre ellos que pensábamos que no exístia pero que irremediablemente debe haberla?

Anónimo dijo...

Hay una premisa filosófica, que a me parece interesante citar, en referencia a esto del ser del hombre. ¿qué es el hombre?, ¿qué "va antes" el ser o el obrar? ¿somos lo que hacemos o hacemos(obramos) conforme a lo que somos?
Entender esto no es fácil, porque en el hombre se dan las dos cosas.
Primeramente, en la medida en que obramos en relación a lo que somos nos hacemos más, somos más.
Pero lo característico también del hombre es que ser hombre es tener biografía, ser hombre es vivir como hombre. Así ni todo lo que el hombre es se reduce a lo que hace, (el hombre no es por tanto solo historia)ni podemos decir que ya estamos hechos, que nacemos terminados. Es por ello que la educación cobra una importancia vital. La educación no es todo, pero el hombre sin educación no es nada.

Consuelo Martínez Priego dijo...

Chicos, esto está muy interesante: tampoco yo pensé que podríamos charlar tanto (sólo en la imaginación... y siempre tiene uno el miedo a "pasarse" con las propias expectativas)

Bueno, al grano:

El comentario de Fátima Miranda, después de ser comentado en clase, me ha parecido más acertado de lo que, en un primer momento vi. En efecto, la ausencia de reflexión, de conciencia de la propia racionalidad puede hacernos formular una pregunta retórica "¿acaso somos animales?". Como no lo somos, esto es indigno. Sólo hay una frase en la que vuelve hacia atrás: "dejarnos llevar por nuestros instintos y apetencias". Con las apetencias es suficiente. La primera opción, simplemente, no se puede dar. Para argumentarlo remito al post sobre los instintos.

María Rosa hace compleja la intervención porque, al aportar definiciones de qué sea el hombre y no poner comillas, no queda claro cuando define propiamente y cuando comenta la definición. Señala cuestiones muy, pero que muy complejas. Si os parece, las iremos considerando a lo largo del cuatrimestre: eso del cuerpo y el alma, la dimensión bio-psico-social, la trascendencia...

Ahora bien, este párrafo necesita aclaración:
"También podemos decir que el hombre es un ser instintivo pero que gracias a los conocimientos que ha ido adquiriendo, a la cultura, etc. ha dejado de serlo. Estos conocimientos hacen que el hombre sea el soporte de la educación. La educación es un ser del ser del hombre. El hombre se conoce a sí mismo como ser y a la vez transmite esos conocimientos a la sociedad".

No parece adecuado, atendiendo a lo dicho hasta el momento, decir que el conocimiento y la socialización hacen que el hombre deje de ser instintivo. Este comentario sugiere que nacemos animales y nos hacemos hombres a lo largo de nuestra vida. Es decir, que la educación "construye" al hombre en cuanto hombre –típico de las ideologías relativistas contemporáneas y, por cierto, altamente manipuladoras-. En este punto es donde el último comentario toca, de lleno, el núcleo de las argumentaciones precedentes: el ser precede al obrar o, según la expresión clásica, EL OBRAR SIGUE AL SER, (en latín, "operatur sequitur esse").

Sinceramente, la aportación de Paco da en el clavo. Una argumentación breve que sostiene la sentencia antes señalada es de carácter estrictamente metafísico y alude al movimiento: obrar, pasar de potencia a acto, sólo es posible en un sujeto; y éste es, primariamente, acto. Ser es, primariamente, ser en acto. ¿Acaso puede lo inferior causar lo superior? ¿Y no es la potencia menos que el acto?

De este modo, el hombre es (en acto) lo que es, pero forma parte de su propia esencia, de su “modo” de ser, no estar terminado, o ser temporal y, en el fondo, ser persona en el tiempo, en un tiempo abierto. Ciertamente no "somos" un resultado, pero somos y seguimos siendo creciendo. Ser, para el viviente, es vivir; y vivir es crecer. No crecer es haber muerto.

cristina dijo...

Hola soy Mª Cristina Martin Martín, de 1º de Infantil. No se ni por donde empezar, para explicar lo que quiero explicar. Bueno para empezar, yo me pregunto, que es el "ser" y que es el "no ser"; a partir de esta pregunta, viene todo lo demás. Yo pienso, que todo en esta vida, tiene un porque y nacemos por algo, y para algo. Si se denomina que el hombre es un ser vivo, la palabra misma lo esta diciendo, somos seres humanos, y vivos porque nos movemos, cúal es ese motor que hace que nos movamos, pues el alma, desde mi punto de vista. Mucha gente piensa que el alma no existe, pero si existe porque todo lo que sentimos, las alegrias, las tristezas... todo lo siente nuestra alma, que esta adherida a nosotros desde el mismo momento que nacemos, y pienso que después todo eso, pasa a nuestra mente y lo analiza. Pero ahi está el problema, que no todo el mundo piensa igual, y muchas veces parecemos animalitos y nos dejamos llevar, pensamos con la cabeza no con el alma, y por eso nos comportamos con esa malicia y se cometen tantas injusticias hoy día; y nos comparemos con los anímales y digamos que nos guiamos por los instintos, cuando eso no es así, nos movemos por apetencias y por tendencias, y por nuestros reflejos, pero nunca por instintos, porque no hemos nacido con ellos, ni se nos forman con el paso del tiempo, solo los animales, se mueven por instintos, porque ellos si nacen con ello. Bueno acabare diciendo, que desde que nacemos, nacemos con una misión en nuestra vida, porque Dios así lo quiere, esa misión consiste, siempre desde mi punto de vista, en hacer el bien, aunque cada una este predestinado a ser lo que tenga que ser, lo cuál esta escrito, y cada día yo misma me doy cuenta, Dios quiere que seamos buenas personas y que obremos bien, y eso es lo que espera de nosotros, pero también sabe, que no todo puede ser, porque somos lo que construimos, y constantemente estamos cometiendo el mismo pecado que cometio Adán y Eva, pero de distinta forma.

Consuelo Martínez Priego dijo...

Cristina escribe con valentía sobre un asunto difícil.

En primer lugar, aborda la cuestión del alma, sin caer en la cuenta de que el alma de la que estamos hablando no es algo separado del cuerpo. Es decir, sentir alegrías o tristezas no es algo exclusivo del alma. De modo que, aunque la intención argumental sea buena.... no acierta mucho.

Algo semejante ocurre con las referencias al pecado y lo que Dios quiere para cada uno. Sinceramente, no me lanzaría, en este momento, a realizar afirmaciones que pertenecen al ámbito de la religión. No parece que sea una consecuencia derivada de la responsabilidad personal por tener el crecimiento en nuestras manos.

Otra cuestión: ¿Qué significa "ser" y qué significa "no ser"? Lo primero que podemos decir, por lo visto hasta el momento, es que vivir, para el viviente, es ser; que vivir es automoción e inmanencia; que vivir es, por tanto, crecer.

A tu siguiente afirmación (somos seres humanos) puede añadírsele ahora que nuestro crecer es, o ha de ser, el propio del ser humano pero, como señalas, puede realmente no ser así. En este punto aparece la insistente referencia de todos vosotros a la "animalidad" del hombre.

La verdad es que, cuando os leo me sorprende la insistencia en este punto. Imagino que tendréis conciencia cierta, conocimiento próximo de comportamientos "animalescos". Entiendo que, en pura lógica, vuestra percepción y reacción ante estas situaciones habrá cambiado en estas dos semanas. Es decir, que el viernes o el sábado -si es que son los momentos "animalescos"- vuestra vida habrá cambiado; o que, cuando alguno de vosotros -nosotros- se ve a sí mismo un poco "animalado", se llenará de vergüenza... después de lo dicho y escrito en este sitio... He de decir que me impresiona la facilidad con que parece que hacéis juicios morales...

Muchas gracias: estoy aprendiendo mucho con vosotros.

Palo dijo...

Esta cuestión me parece interesante: ¿Qué significa "ser" y qué significa "no ser"?
En mi opinión el concepto de esencia hace que el término "ser" ( término muy amplio)se convierta en un término más concreto, más limitado; ya que la esencia es aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra.
No sé si meteré la pata en lo que voy a decir a continuación, y es que si la esencia es lo que acabo de definir; lo que hace que una cosa sea de una manera y no de otra es el orden o la manera en la que está colocada dicha materia en un cuerpo.
Entiendo que "ser" hace referencia a lo real; y por tanto que existe, y el "no ser" sería lo inverso.

Consuelo Martínez Priego dijo...

Bien, Palo (¿?). Saquemos una conclusión casi inmediata: menos mal que somos "algo", que tenemos una determinada esencia. De lo contrario, simplemente, no seríamos nada. Por tanto, parece que hacerse cargo de cuál sea nuestra esencia, nuestra naturaleza o nuestro verdadero modo de ser es francamente importante. ¡Imagínate alguien que no sepa cómo, ni qué es!! Pues es fácil imaginar: basta con ir al metro, o mover la cabeza en clase.
Ante la pregunta ¿qué es vivir según tu propia naturaleza? no todos aciertan -acertamos- a contestar y, lo que es más grave, no muchos entiende la pregunta. Eso no os pasará a vosotros.

Una cosa es clara: tenemos una esencia, un principio vital que es un alma intelectiva. En un par de días veremos qué es eso; aunque escribiré el primer avance en un post ahora mismo.

Gracias por aportar.